- Por María López Sánchez.
La irrupción de nuevas plataformas como Google, Netflix, Amazon marcará el futuro de la industria. Y es que en el negocio de la televisión, se está viviendo una tormenta perfecta, un cambio de hábitos que hace temblar los pilares de una televisión tradicional.
Desde los últimos años la pantalla del salón ha perdido su puesto y ha comenzado a ser sustituido por smartphones o tablets, dispositivos que no solo en tamaño y peso son mucho menores, si no que sobre todo son portátiles. Y es que, hoy en día, los usuarios ya no buscan el planteamiento de sus vidas alrededor de una parrilla de televisión tradicional, se busca más el dónde, cuándo y cómo quieran. Esto se conoce como audiencia diferida, una tendencia que hace que comience a apostarse por gigantes como Netflix o Amazon.
Pese a que este tipo de contenidos cada vez se consuma más, la televisión de pago sigue atascada con un modelo de sobreoferta, es decir, un paquete cerrado de canales que hay que pagar, de los cuales, la mayoría no vamos a consumir.
Por esto, y con el objetivo de conseguir una oferta más racionalizada, google anunció el lanzamiento de YouTubeTV, hasta ahora solo disponible en Estados Unidos.
Otra plataforma que busca dar este salto a la televisión es Facebook, dando pequeños pasos a través de Facebook Live, y la que buscara abrirse cada vez un hueco mas grande gracias a sis más de 2.000 millones de usuarios.
Esto me lleva a la batalla entres tres grandes en el negocio de la televisión de pago: Movistar, Netflix y HBO, un negocio audiovisual que, junto con el uso cada vez mayor de plataformas de streaming, está transformando los hábitos de consumo de televisión en España.
Mientras que en EEUU, el porcentaje de la televisión de pago supera el 80%, en España apenas alcanza el 41%, según los datos del Observatorio Nacional de las Telecomunicaciones y de la Sociedad de la Información (ONTSI). Esta escasa adopción, puede deberse al retraso con el que han llegado a nuestro país, lo que provocó que durante muchos años Canal + ocupara este puesto con una estrategia de precios mucho más altos que Netflix o HBO, por ejemplo.
Esa rápida evolución está obligando a las compañías de telecomunicaciones a transformarse, como Telefónica, que en 2014 adquirió canal+ por 750 millones de euros.
La pregunta que nos surge es ¿habrá espacio para todos? Pues bueno, lo que parece claro es que la clave está en diferenciarse y ofrecer un catálogo que vaya creciendo y sea lo suficientemente atractiva como para desequilibrar la balanza a favor de cada uno.