Si algo nos ha quedado claro durante nuestro análisis del contenido y la programación de Telecinco, es que no parecen sufrir mucho a la hora de cambiar programas o moverlos dentro de la parrilla. La cadena, consciente de la masa de espectadores que es capaz de arrastrar de un programa a otro, mueve ficha situando en los espacios a los mismos actores/personajes que su público identifica con facilidad, por lo que, a diferencia de otras cadenas, parece que el formato no preocupa tanto como los conductores y caras conocidas que lo respalden.
Pero dada la profundidad que dimos en análisis anteriores, y teniendo en cuenta que reforzamos nuestra reflexión al presentarlas anteriormente, he querido optar por formatos menos convencionales en la cadena para ilustrar, una vez más, el proceso que sigue Telecinco a la hora de afianzar su público. Tras la adquisición del formato American Idol, la cadena refuerza la estrategia de renovar programas de talentos, pese a tener ya Got Talent como un producto afianzado. Este formato, que responde a una estrategia de blocking, buscará llamar la atención del público mediante un concurso de talentos infantil.
La inclusión de este programa en la parrilla (todavía por determinar), parece aprovechar la debilidad de Antena 3, que optó por comprar el ya sobreexplotado formato La Voz a Telecinco y que, habiendo perdido el factor sorpresa del programa, ha tenido peores resultados de los que esperaba. La inclusión de personalidades como Risto Mejide, Edurne o Eva Hache en American Idol sería de lo más lógico teniendo en cuenta que a la cadena siempre le funcionan las caras conocidas en un jurado que roba el protagonismo.
Por otro lado Telecinco, que acaba de arrancar la promoción de Brigada Costa del Sol, ha entendido los aciertos de Antena 3 con La Casa de Papel, por lo que, yendo un paso más allá de la clásica estrategia de bridging, ha producido esta serie bajo el amparo de Netflix, algo que podría reforzar la teoría de que, en unos años, habrá una inmensa correlación entre productoras y plataformas, creando un extraño monopolio audiovisual. La serie, cuyo estreno parece ser un plato fuerte de cara al resto de temporada, está siendo promocionada teniendo en cuenta a la gran plataforma de streaming americana.
Para acabar con las estrategias, y teniendo en cuenta que las novedades en la programación no varían especialmente, he querido obviar algunos cambios menores como el programa de Bertín Osborne, cuyo título varía y pasa a ser Mi Casa es la Vuestra, y cuyo horario y contenidos no variarán en ningún aspecto relevante.
Por lo tanto, y para finalizar este pequeño repaso a la gran cadena de Mediaset en España y sus estrategias en la temporada 2018/19, he considerado fundamental incluir los programas de bajo coste, algo que sigue instalado (y desgastado) en la cadena con formatos como Sálvame o tertulias relativas a programas como Gran Hermano o Supervivientes. Esta estrategia es marca personal de la casa y, pese al desgate, sigue funcionando día tras día.
Francisco Gómez Reynolds